24 de marzo: Día Nacional del Nunca Más
Tomando la definición que da la Real Academia Española, memoria es la capacidad de recordar algo vivido o aprendido. Manejándonos en los parámetros que nos da esta definición no queda bien en claro qué es lo que buscaba el presidente Néstor Kirchner cuando propuso declarar el 24 de marzo como el Día Nacional de la Memoria.
¿Qué recordar?, ¿lo vivido aquel 24 de marzo? ¿por quiénes?. Porque aquel día no fue igual para todos. No lo vivieron de la misma manera los subversivos, ni los militares, ni los peronistas ni el ciudadano común de aquellos tiempos. Por otro lado, para quienes eran pequeños o aún no habían nacido en 1976, resulta imposible recordar algo que no se ha vivido. Entonces nos proponen guiarnos por lo aprendido en la escuela, información totalmente parcializada, sacada de contexto y con un perfil ideológico que espanta al que lo lee apenas lo toma en sus manos. ¿Aprender qué?. En las condiciones en las que se encuentra la Escuela Media de hoy es muy difícil decir que se aprende algo, y más difícil es decir que los alumnos egresan con el conocimiento cabal de procesos históricos como lo que fue la dictadura instaurada en nuestro país desde 1976.
En estas condiciones es imposible hablar de memoria. La información que circula tanto por los medios como por los establecimientos educativos no alcanza a cubrir un centésimo de lo que aquellos días fueron en realidad. Pero al ciudadano común de hoy eso no le interesa, le cayó de arriba un nuevo feriado y es motivo para celebrar el tener un día para salir a pasear o descansar de la rutina.
Señor presidente: la memoria que los argentinos necesitamos no se construye decretando un feriado ni difundiendo con su criterio información parcializada que no acerca a lo que realmente sucedió en los oscuros años que sucedieron a 1976. La memoria se construye apoyando la investigación de los historiadores y los universitarios; la memoria se construye fomentando el debate y la libre publicación de escritos que manifiesten un abanico de opiniones y no sólo una parte; la memoria se construye con una educación de calidad brindada a personas con capacidad psico-física para el estudio – de más está decir que un pueblo bruto no va a tener memoria y mucho menos uno que además de bruto está desnutrido -; la memoria se construye desde la libre expresión de la prensa y los medios de comunicación que hoy se encuentran bajo su sutil puño.
Antes de llamar a esta conmemoración Día de la Memoria debería recordarse las palabras de Julio César Strassera, fiscal acusador del Juicio a las Juntas Militares que se llevó a cabo en 1985: Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: 'Nunca más".
En lugar de Día de la Memoria – una denominación que da una idea de reflexión y debate sobre lo “vivido y aprendido” – deberíamos hablar de Día del Nunca Más – apuntando con esto a una reflexión y concientización de qué necesitamos los argentinos para que lo sucedido aquellos oscuros años no vuelva a ocurrir “nunca más”-.
Desviemos nuestra mirada al pasado pero no para criticarlo y cuestionarlo. Construyamos mirando aquel pasado un nuevo presente y un promisorio futuro en base al Nunca Más: nunca más una guerra entre hermanos argentinos; nunca más muertes, torturas y violencia por cuestiones ideológicas y políticas; nunca más un país sumido en las tinieblas del miedo, la corrupción y la mentira; nunca más una sociedad engañada, debilitada y desvinculada de la realidad; nunca más una generación de argentinos con ideales arruinada por una doctrina de seguridad extranjera; nunca más centros clandestinos de detención, desaparecidos y fosas comunes; nunca más una toma de poder de las Fuerzas Armadas en nombre de la República; nunca más un pasado que nos atormente, genere divisiones y no nos permita construir nuestro presente y nuestro futuro.
¿Qué recordar?, ¿lo vivido aquel 24 de marzo? ¿por quiénes?. Porque aquel día no fue igual para todos. No lo vivieron de la misma manera los subversivos, ni los militares, ni los peronistas ni el ciudadano común de aquellos tiempos. Por otro lado, para quienes eran pequeños o aún no habían nacido en 1976, resulta imposible recordar algo que no se ha vivido. Entonces nos proponen guiarnos por lo aprendido en la escuela, información totalmente parcializada, sacada de contexto y con un perfil ideológico que espanta al que lo lee apenas lo toma en sus manos. ¿Aprender qué?. En las condiciones en las que se encuentra la Escuela Media de hoy es muy difícil decir que se aprende algo, y más difícil es decir que los alumnos egresan con el conocimiento cabal de procesos históricos como lo que fue la dictadura instaurada en nuestro país desde 1976.
En estas condiciones es imposible hablar de memoria. La información que circula tanto por los medios como por los establecimientos educativos no alcanza a cubrir un centésimo de lo que aquellos días fueron en realidad. Pero al ciudadano común de hoy eso no le interesa, le cayó de arriba un nuevo feriado y es motivo para celebrar el tener un día para salir a pasear o descansar de la rutina.
Señor presidente: la memoria que los argentinos necesitamos no se construye decretando un feriado ni difundiendo con su criterio información parcializada que no acerca a lo que realmente sucedió en los oscuros años que sucedieron a 1976. La memoria se construye apoyando la investigación de los historiadores y los universitarios; la memoria se construye fomentando el debate y la libre publicación de escritos que manifiesten un abanico de opiniones y no sólo una parte; la memoria se construye con una educación de calidad brindada a personas con capacidad psico-física para el estudio – de más está decir que un pueblo bruto no va a tener memoria y mucho menos uno que además de bruto está desnutrido -; la memoria se construye desde la libre expresión de la prensa y los medios de comunicación que hoy se encuentran bajo su sutil puño.
Antes de llamar a esta conmemoración Día de la Memoria debería recordarse las palabras de Julio César Strassera, fiscal acusador del Juicio a las Juntas Militares que se llevó a cabo en 1985: Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: 'Nunca más".
En lugar de Día de la Memoria – una denominación que da una idea de reflexión y debate sobre lo “vivido y aprendido” – deberíamos hablar de Día del Nunca Más – apuntando con esto a una reflexión y concientización de qué necesitamos los argentinos para que lo sucedido aquellos oscuros años no vuelva a ocurrir “nunca más”-.

Desviemos nuestra mirada al pasado pero no para criticarlo y cuestionarlo. Construyamos mirando aquel pasado un nuevo presente y un promisorio futuro en base al Nunca Más: nunca más una guerra entre hermanos argentinos; nunca más muertes, torturas y violencia por cuestiones ideológicas y políticas; nunca más un país sumido en las tinieblas del miedo, la corrupción y la mentira; nunca más una sociedad engañada, debilitada y desvinculada de la realidad; nunca más una generación de argentinos con ideales arruinada por una doctrina de seguridad extranjera; nunca más centros clandestinos de detención, desaparecidos y fosas comunes; nunca más una toma de poder de las Fuerzas Armadas en nombre de la República; nunca más un pasado que nos atormente, genere divisiones y no nos permita construir nuestro presente y nuestro futuro.
Señor presidente: “Nunca Más”.
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